Érase una vez, una casa un poco rara. Todas las noches
había algo inquietante en el cuarto de la planta más alta. Todo empezó el año
pasado cuando un fantasma blanco, muy alto y bastante perturbador se acercó a
este cuarto y comenzó a gritar unas pequeñas palabras como: ¡¡¡SOCORRO!!! y
¡¡¡AUXILIO!!!. No lo vimos gritar, pero sí lo escuchamos, además previamente
había pasado por el pasillo. Así estuvo todos los días hasta hoy, pero no era
solo el fantasma sino que también eran espíritus, vocecitas extrañas,
fantasmas, había mucha sangre… Teníamos miedo, así que fuimos a pedir ayuda a
un sitio especializado en esto, y nos dijo que intentaremos comunicarnos con
ellos a ver si es que necesitaban ayuda o que. A nosotros nos daba mucho miedo pero
nos armamos de valor y nos comunicamos con ellos. Decían que necesitaban ayuda
porque anteriormente había estado en otra casa y su acompañante que era un
espíritu lo mataron. A mí me dio mucho miedo, así que salí corriendo de la
casa y ese espíritu acabó conmigo.
NO VOLVERÉ A HABLAR CON ESPÍRITUS.
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