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Una casa inquietante

Érase una vez, una casa un poco rara. Todas las noches había algo inquietante en el cuarto de la planta más alta. Todo empezó el año pasado cuando un fantasma blanco, muy alto y bastante perturbador se acercó a este cuarto y comenzó a gritar unas pequeñas palabras como: ¡¡¡SOCORRO!!! y ¡¡¡AUXILIO!!!. No lo vimos gritar, pero sí lo escuchamos, además previamente había pasado por el pasillo. Así estuvo todos los días hasta hoy, pero no era solo el fantasma sino que también eran espíritus, vocecitas extrañas, fantasmas, había mucha sangre… Teníamos miedo, así que fuimos a pedir ayuda a un sitio especializado en esto, y nos dijo que intentaremos comunicarnos con ellos a ver si es que necesitaban ayuda o que. A nosotros nos daba mucho miedo pero nos armamos de valor y nos comunicamos con ellos. Decían que necesitaban ayuda porque anteriormente había estado en otra casa y su acompañante que era un espíritu lo mataron. A mí me dio mucho miedo, así que salí corriendo de la casa y ese espíritu acabó conmigo.
NO VOLVERÉ A HABLAR CON ESPÍRITUS.

AUTORA: Claudia Lucas Fernández


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