Érase una vez un niño marginado que no hablaba casi nada con nadie porque
tenía miedo de si alguien le dice que es una tontería o por si lo que dice les
ofende y le pegan y cosas así, como él no quería estar así el resto de su vida
se hizo las maletas y se fue pero no a un sitio normal,¿por qué? Se fue a un
bosque encantado porque si no le iban a molestar. Al principio parecía normal
el bosque, pero al tercer día aparecieron monstruos por todas partes, zombis,
fantasmas o algún esqueleto y muchas muchas arañas. El chico al principio
pensaba que eran alucinaciones suyas por el hambre hasta que le tocó un zombi,
salió corriendo de allí como haría cualquiera, correr sin pensar y cuando
corría escuchaba gritos y sonidos raros. Cuando salió del bosque se fue a su
casa y lo primero que hizo es abrir la nevera y comer porque tenía más
hambre que miedo. Al día siguiente, se fue con un amigo al bosque y justo
cuando el amigo dijo: pues yo no veo ningún monstruo de los que decías, justo
le raptaron y después se desmayó, con lo cual los zombis lo dejaron porque creían que estaba muerto. Despertó, salió corriendo de allí hasta que le cogió un zombi y le comió el cerebro, y entonces murió.
AUTOR: Darío Olmos Úbeda
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