Ir al contenido principal

El deseo elegido


Por fin todos los alumn@s  han colgado sus deseos y siguiendo la petición del hada han elegido uno para pedirlo con fuerza en sus corazones y hacer así posible que se cumpla.
El deseo elegido es el de Alicia y, para que todos lo recordemos y podamos también  colaborar en la petición, dice así:

"Deseo que los niños hambrientos tengan comida para comer".

Quizá si todos pensamos en él con fuerza el hada nos lo conceda o quizá nos ayude a comprender que está en nuestras  manos conseguirlo.


Comentarios

  1. Alicia, tu deseo es muy bello y demuestra que tienes un gran corazón. Sigue así, preciosa, haciéndote querer por todos los que te conocemos. Un beso.

    ResponderEliminar
  2. alicia tu cdomentario demuestra que tienes amor en tu corazon

    ResponderEliminar
  3. Ali tu deseo es muy bonito deseo que se halla cumplido

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

El Árbol de los deseos

Había una vez un bosque, pero éste no era un bosque corriente, era el bosque de los deseos. En él los niños dejaban colgados sus deseos. Uno por aquí, otro por allá. Un día el hada de los sueños decidió que si todos los niños se reunían y utilizaban la fuerza de sus corazones les concedería el deseo. Así, todos se reunieron para decidir cuál sería el deseo elegido, aquel que todos solicitarían de forma unánime. Después de muchas horas decidieron que su mente se concentraría en pedir… Cuelga tu deseo en forma de comentario para que podamos averiguar si fue el elegido.

Comienza la cuenta atrás 3...

Foto: Paula Serrano Las plantas han ralentizado su crecimiento, debe ser el tiempo… Veremos hasta dónde llegan. La cuenta atrás de nuestras fotos ha comenzado… ;)))))))))))))))))))

Completamos un cuento

Cuentan las antiguas leyendas indias que los conejos tenían un rabo muy largo. Había uno de ellos al que le encantaba madrugar. Cada día se levantaba el primero y corría por el camino hasta el valle. Siempre llegaba antes que el Sol, pero al Sol esto no le hacía ninguna gracia. Un día…(inventamos el nudo de esta historia) Al final, ganó el Sol la apuesta y desde entonces los conejos tienen ese rabito tan corto y peludo.