Había una vez un trozo de un lápiz llamado Pepito. Pepito era muy travieso, siempre se escapaba de su casita. Un día Pepito tardó mucho en volver a casa, se pasó todo el día haciendo travesuras. Se subió a una gaviota, voló con ella y se cayó a un pino. En el pino había una ardilla, a ella le encantaba dibujar. La ardilla cogió a Pepito e hizo un dibujo bastante bonito y, de repente, la ardilla tiró a Pepito tan fuerte que fue a parar a una clase llena de niños. Un niño lanzó a Pepito a la mesa de otro niño que odiaba que le lanzasen cosas, así que se enfadó tanto que tiró a Pepito por la ventana, pero Pepito volvió a esa clase y pensó que como su dueña Isa estaba allí, se subió a la mesa de la profesora para que ella le devolviese a Isa ese trozo de un lápiz llamado Pepito. AUTORA: Adriana Valverde