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Día de la Paz

Celebramos el día de la Paz que conmemora la muerte de Gandhi, defensor de la no violencia.




Nuestra clase y nuestra pancarta(realizada en clase de Religión con la seño Margarita).

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NUEVOS CAPÍTULOS DE "EL PRINCIPITO" (inventados por los alumn@s de 4º)

EL PRINCIPITO Y LA BAILARINA -  Paula Serrano El  octavo  planeta  era  enorme. Cada vez  más  cerca  del  planeta,  el  principito escuchaba una  dulce   melodía,  era  una  elegante  bailarina  con  su  tutú y  su   traje  rosa. El principito dijo: -¿Perdone quién es usted? La  bailarina  no  se  dio  cuenta  ya que tenia  la música  muy  alta. El  principito volvió a preguntar. -¿Perdone, quién es usted? La bailarina  amablemente contestó: -Soy una antigua bailarina. -¿Por qué  estás  encerrada  en una caja que produce música? -Porque antes era una sirvienta del rey, pero el rey envenenó a su mujer la reina... -Entonces por eso el rey dijo que estaba solo y que no tenía a nadie con quien hablar y que les mandaba las cosas a las estrellas y al sol y que tenía una rata… -interrumpiendo a la bailarina. -Sí, pero en realidad no le manda al sol ni a las estrellas, solo a su rata. -Bailarina ¿Serias tan amable de decirme cómo viste que le echaba veneno

Historia de la planta que hemos estudiado en la clase de C.M.

Aquella mañana   la lluvia despertó a Margarita, la flor más linda del jardín… Ese jardín estaba en un pueblecito en la montaña. Estaba sola en el jardín, triste y aburrida, pero al día siguiente cuando despertó de su sueño vio que alrededor de ella habían florecido todas sus compañeras que eran muchas como la amapola, la rosa, el tulipán y muchas más margaritas. Pero la verdad es que la más linda de todas era Margarita. Texto: Miguel Gudiño 3º B Ilustración: Alicia Rivera Romero 3º B

Completamos un cuento

Cuentan las antiguas leyendas indias que los conejos tenían un rabo muy largo. Había uno de ellos al que le encantaba madrugar. Cada día se levantaba el primero y corría por el camino hasta el valle. Siempre llegaba antes que el Sol, pero al Sol esto no le hacía ninguna gracia. Un día…(inventamos el nudo de esta historia) Al final, ganó el Sol la apuesta y desde entonces los conejos tienen ese rabito tan corto y peludo.