Ir al contenido principal

Un menú con mucha poesía

 Este menú que presentamos está lleno de magia y encanto, aunque es comestible, claro. Es una propuesta sobre la que los alumn@s han dejado volar su imaginación.




Menú de Marily Rica

*Entrantes*
(SIN LLAMAR A LA PUERTA)

Ensalada de tomate y atún:
Atardecer en el desierto
Surtido de embutidos:
Alegría del campesino un día de frío
Melón al Oporto:
Remanso de paz en la piscina

*Segundos platos*
(LLANOS PERO LLENOS)

Chuletillas de cordero con patatas fritas:
Sonrisas de los siete cabritillos
Lenguado con guarnición de arroz y legumbres:
Olas de mar con espuma brillante
Filetes de buey con judías verdes:
Las hojas de un roble centenario

*Postres*
(EL PLACER POSTRERO)

Leche frita:
Nulos nubes en un día soleado
Crema catalana:
Delicias templadas con tejado crujiente
Macedonia de frutas y una bola de helado al gusto:
Glaciar con inmensos sabores

Autor: Pablo Romero










Comentarios

Entradas populares de este blog

El Árbol de los deseos

Había una vez un bosque, pero éste no era un bosque corriente, era el bosque de los deseos. En él los niños dejaban colgados sus deseos. Uno por aquí, otro por allá. Un día el hada de los sueños decidió que si todos los niños se reunían y utilizaban la fuerza de sus corazones les concedería el deseo. Así, todos se reunieron para decidir cuál sería el deseo elegido, aquel que todos solicitarían de forma unánime. Después de muchas horas decidieron que su mente se concentraría en pedir… Cuelga tu deseo en forma de comentario para que podamos averiguar si fue el elegido.

Comienza la cuenta atrás 3...

Foto: Paula Serrano Las plantas han ralentizado su crecimiento, debe ser el tiempo… Veremos hasta dónde llegan. La cuenta atrás de nuestras fotos ha comenzado… ;)))))))))))))))))))

Completamos un cuento

Cuentan las antiguas leyendas indias que los conejos tenían un rabo muy largo. Había uno de ellos al que le encantaba madrugar. Cada día se levantaba el primero y corría por el camino hasta el valle. Siempre llegaba antes que el Sol, pero al Sol esto no le hacía ninguna gracia. Un día…(inventamos el nudo de esta historia) Al final, ganó el Sol la apuesta y desde entonces los conejos tienen ese rabito tan corto y peludo.